Porque la madera ofrece un agarre natural, cómodo y seguro. No resbala con el sudor como el metal o el plástico, es más amable con las muñecas y no se enfría ni calienta con la temperatura. Además, mejora la sensación de control durante los ejercicios y ayuda a prevenir lesiones por deslizamiento. Por eso es el material preferido por muchos atletas de calistenia y entrenamiento funcional.